Hagamos un poco de historia

A lo largo de la historia ciertos avances tecnológicos orientados a la fabricación de armas o herramientas le ha permitido a la sociedad que lo logra una ventaja sustancial sobre sus competidores. Cuando los habitantes de la Antigua Mesopotamia (Sumerios) hacia el año 3000 A.C. lograron combinar cobre con estaño (bronce) la supremacía sobre otros pueblos, que solo manejaban el cobre fue sustancial. Para el año 1200 A.C. otro saldo tecnológico se dio en el cercano oriente y en la antigua Grecia con la utilización ahora de hierro en la construcción de armas y herramientas. Esta dinámica se ha repetido desde ese entonces hasta nuestros días, pero pasemos al CARBURO DE TUNGSTENO o WOLFRAMIO que son dos formas de nombrar el mismo compuesto.

El material de corte más moderno para principios del 1800 era el acero rápido o  HSS (High Speed Steel) Este salto tecnológico era obra de Frederick W. Taylor, quien incluyo Tungsteno en el acero aleado utilizado hasta entonces. El Carburo de Wolframio / Tungsteno fue descubierto por el Nobel francés Henry Moissan en 1897 quien, en su búsqueda del diamante artificial, mezcló dos componentes, partículas metálicas de Wolframio (tungsteno) y de azúcar por su gran aporte de carbono. Al calentar la mezcla a elevada temperatura, obtuvo el Carburo de Wolframio / Tungsteno.  Este compuesto original era extremadamente Frágil. La 1° Guerra mundial y la necesidad de mejorar los procesos de mecanizado existentes en ese momento, acelero los intentos de distintos países por obtener mejoras en la dureza del Carburo de tungsteno.

Pero no fue hasta 1923 que los ingenieros Schröter y Baumhauer de la compañía alemana de lámparas Osram  lograron sintetizar un producto que resolvía los problemas de fragilidad, agregando a la base de Carburo de Tungsteno 10% de cobalto. Alcanzando así la tenacidad suficiente para el filamento de las lámparas incandescentes y resolviendo el problema existente hasta entonces. Comienza asi una carrera por perfeccionar este producto.

En 1928 la empresa alemana Krupp presento en la Feria de Leizpig el Carburo Cementado (Carburo de Tungsteno + Cobalto) con la denominación que nos acompañaría hasta nuestros días, Widia, que proviene del alemán ‘Wie Diamant’ (como diamante).

En los inicios de la decada del 30 se inició su aplicación práctica como material de corte mediante la fabricación de pequeñas plaquitas.

Lamentablemente como hemos dicho las guerras son grandes impulsoras de los avances tecnológicos, en la segunda mitad de los años 30 Alemania desarrolló máquinas-herramienta de mayor potencia para fabricar armas y elementos de transporte en gran cantidad. Gracias al nuevo material Widia se pudo mejorar la velocidad de 3 a 5 veces en relación a la performance del HSS.

En Japón, Mitsubishi (cuyo logo tiene 3 diamantes) inició la investigación y desarrollo del Metal Duro al mismo tiempo que se producía en Alemania. Impulsados por la cercanía de una guerra tanto Mitsubishi y otros fabricantes afines como Tungaloy, Toshiba y Sumitomo, incrementaron la producción industrial de armas y vehículos mekprando el área relativa al mecanizado, empleando productos con la tecnología del carburo de tungsteno.

También en Estados Unidos en 1938, Philip M. MacKenna desarrolló una aleación de Tungsteno titanio para las herramientas de corte, creando entonces la compañía Kennametal

Más tarde en Suecia en 1942, Sandvik, la empresa fabricante de aceros e inoxidables fundada años antes por Göran Frederik Göransson, inició la fabricación de herramientas de corte, desarrollándola en la década de los 50 en Gimo (Suecia) hasta que en 1984 se creó la organización descentralizada con matriz propia para los productos de corte. Hoy en día es uno de los gigantes del sector.

En 1952 Stef Wertheimer de origen alemán y establecido desde 1939 en Galilea, Israel, fundó Iscar (Israel Carbide). progresando de manera casi exponencial sobre la base del diseño en la fijación mecánica, con soluciones innovadoras para las operaciones del mecanizado más conflictivas. Iscar es hoy reconocida por su innovación constante.

En la actualidad la competencia entre las potencias mundiales y la injerencia del W3C en la fabricación ha convertido al Metal Duro en un material considerado estratégico. Por lo cual varios gobiernos lo incluyen dentro de la categoría “vital” junto a otros materiales y productos como el petróleo, lo que significa que se almacenan reservas para 6 meses, ante posibles fallos de suministro debido a fenómenos naturales o guerras. En las últimas décadas se incorporó un nuevo actor global, China. Rápidamente se convirtió es el mayor productor de Tungsteno alcanzando el 83% de la producción mundial. Muy por debajo Rusia, Canadá y Bolivia les siguen en producción. Las principales marcas innovadoras de Metal Duro son originarias de Suecia, Estados Unidos, Israel, Alemania y Japón países que no figuran en la lista de productores mínimamente significativos de Carburo de Tungsteno.